jueves, 7 de enero de 2010

Kirchner vs. Redrado - La Opinión de los especialistas

El riesgo-país argentino se mantiene hoy, jueves 07/01, sin sobresaltos pese a la tensión entre los Kirchner y el presidente del Banco Central, Martín Redrado, aunque conociendo que la situación es transitoria. El mercado espera un desenlace para tomar posiciones. El índice que elabora el banco JP Morgan se ubica en torno a los 640 puntos básicos, según informó la agencia de noticias Reuters. De esta manera. Sin embargo, todo indica que será una jornada de muchas negociaciones y de expectativas judiciales.

Cable de la agencia Télam a las 06:32:
"El Banco Central de la República Argentina hizo conocer mediante un comunicado su voluntad de "apoyar el cumplimiento de los objetivos que persigue el Fondo del Bicentenario para la Sustentabilidad y el Desendeudamiento, tendientes a contribuir al desarrollo económico del país".

El comunicado señala que "en tal sentido, se reitera el compromiso de la institución de propender al desarrollo de aquellas acciones que, desde su incumbencia funcional, contribuyen al bienestar de la nación".

El comunicado fue enviado desde la oficina de prensa de la institución."

Carlos Pagni en el diario La Nación:

"(...) Ayer, los radicales Ernesto Sanz, Gerardo Morales, Oscar Aguad y Ricardo Gil Lavedra presentaron un recurso de amparo en el juzgado federal de María José Sarmiento. La jueza debería expedirse en estas horas. No es una funcionaria dócil con el poder: de su tribunal salió la primera disposición contra la ley de medios y, a comienzos de los 90, se hizo famosa por la medida de no innovar que desencadenó el "per saltum" de la Corte en la privatización de Aerolíneas.


Si la doctora Sarmiento convalidara el decreto, precipitaría la renuncia de Redrado. Si dictara la cautelar, se abriría un espacio de negociación, con una salida similar, tal vez más civilizada. Un director amigo del presidente del Central admitió a LA NACION: "Podemos conversar todo, pero no en los términos en que lo están proponiendo desde la Casa Rosada".

Desde el oficialismo se anticipaba el escarmiento. Un director alineado con la Presidenta pronosticó: "En la primera reunión de directorio le vamos a sacar a Martín todas las atribuciones delegadas. Va a quedar pintado".

Por la dudas, Redrado decidió ayer no convocar, con la excusa del receso estival, a la sesión habitual de los jueves. Cerca de los Kirchner las amenazas eran más temibles. En caso de acefalía, la conducción del Banco recaería en Miguel Pesce, un radical ligado al oficialismo. El ritual institucional tiene pocas soluciones para esta crisis. En el trámite procesal se han producido, por lo menos, 3 empates.

En el Central circulan 2 dictámenes jurídicos, 1 desaconsejando la transferencia de las reservas a Economía y otro avalándola. En la comisión bicameral de control de los DNU del Congreso el oficialismo se pronunció a favor, con 8 votos, y sus adversarios en contra, con otros 8 votos. Como ese comité carece de presidente, sólo podrían desempatar las cámaras.

Para desplazar al presidente del Central, Cristina Kirchner debería firmar un decreto después de consultar a una comisión ad hoc, también bicameral. La integran los presidentes de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas de Diputados y sus equivalentes del Senado -allí la de Finanzas se denomina "Economía"-. En el caso de la Cámara baja, los integrantes son el diputado Gustavo Marconato, kirchnerista, y Alfonso Prat-Gay, de la Coalición Cívica. En el Senado todavía están sin designar.

De todos modos, Presupuesto y Hacienda sería encabezada por el oficialista Eric Calcagno, y Economía, por un radical. Como se ve, otro empate. ¿Quién debería resolverlo con su voto? Un experto: Julio Cobos, que como presidente del Senado preside ese equipo, según el artículo 9 de la Carta Orgánica del Banco Central.

Comenta un talibán: "También es posible que la Presidenta firme otro decreto, modifique ese artículo y remueva a Redrado sin el Congreso". (...)".

Ricardo Kirschbaum en el diario Clarín:

"Como siempre, lo que está en juego es el poder y sus límites. La pulseada con Martín Redrado es reveladora de los procedimientos disciplinarios que el oficialismo utiliza cuando sus planes encuentran obstáculos institucionales, como está ocurriendo ahora.


El Gobierno, según lo ha dicho Aníbal Fernández, está convencido de que las reservas les pertenecen porque han sido generadas gracias a la política impulsada por los Kirchner. Y que deben ser de libre disponibilidad para cancelar deuda, como dice el DNU de la discordia, o para sostener el gasto público, tal como lo reveló el comunicado de Roberto Feletti, anticipatorio de la ofensiva final contra Redrado.

El avance tiene un costado peligroso que algunos en el Gobierno advierten por lo bajo, pero no se atreven a verbalizarlo por temor a la represalia política. Esto es la posibilidad de que los fondos buitres, que siguen pleiteando contra Argentina, puedan pedir embargos sobre las reservas.

El riesgo es un hecho. Pero Kirchner está dispuesto a correrlo: su política necesita un financiamiento generoso para sostenerse. Las vallas políticas o legales que se opongan deben ser franqueadas y los funcionarios que tengan objeciones, apartados.

Redrado es jefe del Central por decisión de los Kirchner. Ahora forma parte de la "derecha" porque advierte que el avance sobre las reservas puede tener un efecto negativo para el programa monetario y económico. La descalificación y la presión directa, dos de las herramientas favoritas de esta gestión, ya están funcionando. La crisis con el Central es otra expresión del verticalismo acrítico en el que el funcionamiento institucional y sus equilibrios están subordinados a las ilimitadas apetencias políticas."

Liliana Franco en el diario Ámbito Financiero:

"(...) en los pasillos del Parlamento se comenta que el 3 de diciembre pasado Redrado fue al Congreso para mantener discretas reuniones con los legisladores, encuentros en los que les advirtió de estas circunstancias. Dicen que el funcionario también interrogó sobre la posibilidad que eventualmente prosperara un juicio político en su contra -única forma de removerlo sin el aval del Congreso o sin su renuncia- en caso de ser impulsado por el kirchnerismo como consecuencia de su rebeldía. La respuesta de los legisladores fue tranquilizadora, en el sentido que creyeron muy poco probable esta alternativa a partir de la nueva conformación del Congreso que asumió el pasado 10 de diciembre.


Cabe recordar que Redrado sugestivamente estuvo ausente del acto de anuncio del canje de deuda para los acreedores externos y que también se negó a avalar el decreto respectivo.

Desde la oposición en el Congreso también se señala que están dispuestos a apoyar la posición de Redrado. Voceros del radicalismo han hecho saber que se trata de una cuestión de principios, ya que las reservas sirven para mantener la fortaleza del peso y por lo tanto contener la inflación.

Pero también hay razones políticas: la liberación de las reservas le permitiría al Poder Ejecutivo hacerse de fondos para fomentar el consumo y la obra pública justo en la antesala del año electoral.

Dicho de manera más directa, en la oposición se sostiene que cerrarle la puerta del financiamiento al kirchnerismo alentaría deserciones entre los más de 130 intendentes del segundo cordón del Gran Buenos Aires que constituyen el núcleo duro del apoyo al gobierno. Y en este intento coinciden desde los radicales hasta los peronistas disidentes pasando, por supuesto, por los duhaldistas. (...)".

Néstor Scibona en el diario La Nación:
"(...) Con tantas improvisaciones y cabos sueltos, en apenas 20 días no podía terminar bien algo que comenzó tan mal. Mucho menos cuando Néstor Kirchner decidió olvidarse definitivamente de las formas, aplicar la ley del garrote y confinar a Redrado al bando enemigo.


Fue tan patético que ayer se anunciara la aceptación de una renuncia que el titular del BCRA no había firmado como que se le ofreciera el cargo a Mario Blejer -actualmente en Suiza- para reemplazar a un funcionario que no puede ser relevado como si fuera un ministro más del Gabinete.

También que hubiera un "miniescrache" a las puertas del BCRA, a cargo de un puñado de militantes K cuyo discurso parecía dictado de apuro desde Olivos.

Si el objetivo del Fobide (N. de la R.: Fondo del Bicentenario) fue transmitir confianza (aunque más no fuera a los bonistas privados), el procedimiento seguido logró exactamente el resultado contrario. La pregunta del millón es qué podría ocurrir con el incipiente reflujo de capitales, la baja del riesgo país y el canje con los holdouts si el conflicto de poderes persiste y el Fondo sigue vacío de los dólares del BCRA, aunque ello no implique un riesgo cierto de default para 2010.

Pero además de las formas institucionales hay otra cuestión de fondo, que tampoco viene bien. Con el Fobide, el tándem Kirchner-Boudou dejó a la vista que prefiere echar mano a reservas del BCRA para atender pagos externos en lugar de levantar el pie del acelerador con el gasto público para salir del déficit fiscal. Esta idea no es compartida por Redrado, quien siempre hizo hincapié en la necesidad de una política fiscal más prudente y racional como condición para volver a obtener crédito a tasas más bajas y aliviar al Tesoro.

Evidentemente, no fue escuchado. Aunque ahora sea presentado por el kirchnerismo como un desacatado rebelde sin causa, lo cierto es que el titular del BCRA vino acompañando hasta donde pudo el financiamiento del explosivo aumento del gasto, ya sea con adelantos transitorios, transferencias de utilidades cambiarias y hasta con los DEG (derechos especiales de giro) que aportó la última capitalización del FMI.

Todo esto encubrió la progresiva escasez de recursos del Tesoro para comprar genuinamente dólares destinados a pagos externos. Pero siempre hasta el límite legal fijado por la Carta Orgánica. El Fobide cruzó esa frontera y también abre dudas sobre el destino futuro de otros US$ 10.000 millones de "reservas excedentes".

A corto plazo, a Redrado se le complica su ilusión de ser el primer presidente del Banco Central que cumpla su mandato legal. A más largo plazo, a la Argentina lo mismo con dejar atrás los planes tipo "viaje ahora y pague después", que terminan en más endeudamiento o más inflación."

Laura García, en el diario El Cronista Comercial:
"(...) > Edwin Gutiérrez, portfolio manager en Aberdeen Asset Management, la mayor administradora de fondos independiente de Gran Bretaña


“Veo esta movida como una escalada de la guerra entre la Casa Rosada y Redrado. Entramos ahora en un parate hasta que se defina la cuestión que no es postivo para los mercados. Vamos a ver cierta debilidad en los activos pero lo cierto es que el ambiente general es muy positivo y hoy los bonos están entre los que más rinden en el mundo, por lo que los inversores los van a seguir comprando”.

“Está claro que lo que está haciendo el Ejecutivo es una violación porque no se supone que el banco central subsidie o financie al gobierno. Tiene razón Redrado en defender su postura y el mercado esto lo entiende. De todos modos, se trata de una situación contradictoria, algo así como una espada con doble filo si se quiere. El Fondo del Bicentenario fue positivo porque mejora la capacidad de pago de la Argentina pero resulta claramente negativo en el mediano y largo plazo por las implicancias institucionales”.

> Douglas Smith, economista jefe para América latina del banco británico Standard Chartered

“La decisión es bastante chocante, pero una vez más, no puedo decir que me sorprenda nada que hagan los Kirchner a esta altura. (...)".
“Creo que el canje de deuda no corre peligro porque hoy el principal factor que puede afectar su resultado es el ambiente externo, esto es, tasas bajas en las mayores economías, con inversores deseosos de comprar bonos con retornos altos. El ruido sobre Redrado es secundario en este sentido. Lo que sí nos recuerda es que los Kirchner son capaces de hacer cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder, aunque creo que los inversores no se detendrán demasiado en esto y pasarán pronto a otra cosa”.

> Boris Segura, economista senior para América latina del Royal Bank of Scotland

“En general cuando se conoció el Fondo Bicentenario, hubo optimismo en el mercado porque se garantizaba el pago del servicio de deuda del 2010. Pero ya viéndolo con una perspectiva de mediano plazo, la medida es preocupante. (...)

Lo que sigue es novelesco. Redrado haciéndose el tonto, tratando de retrasar esto, y el gobierno que quiere la plata, con lo cual Redrado se convirtió en un obstáculo. Entramos en una situación de limbo, en la que la cosa ya es medio novelesca. Cobos puede retrasar la convocatoria del comité en el Congreso con lo cual esto puede llevar meses”.

“No debería haber una reacción de mercado fulminante, sobre todo con un ambiente de riesgo a nivel internacional muy favorable para el país. Tampoco creo que vaya a haber una explosión de spreads significativa”.

> Rafael de la Fuente, economista jefe para América latina del banco francés BNP Paribas

“Esta pelea llega en un muy mal momento, si bien de alguna forma está justificada. Si se tiene en cuenta el proceso que se utilizó para la creación de este Fondo, no fue el óptimo. En realidad, el gobierno se hunde todavía más hondo con este pedido que no está en condición de ejercer. Y todo esto en un momento en el que la Argentina estaba a punto de concretar el canje. Es una lástima y es difícil ver una salida. Si Redrado se va, habrá una pérdida institucional, si se queda, se instala el conflicto en el gobierno, y si los Kirchner dan marcha atrás, se deberá dar cuenta de dónde se piensa sacar la plata. Se mire por donde se mire, el gobierno se ha puesto en una situación muy difícil y una medida que en un principio estaba diseñada para generar confianza, terminó provocando todo lo contrario”.

> Guillermo Osses, portfolio manager de PIMCO, el mayor administrador de bonos del mundo

(...) “Esta situación, en el mejor de los casos, va a ser negativa para la deuda Argentina porque claramente señala al mercado que hay riesgos de que el canje ocurra en condiciones no tan favorables como las que se esperaban. El hecho de que este fondo a constituirse con reservas del Central, que en algún momento fue tomado como seguro por muchos participantes en el mercado, ahora esté en duda, es la señal más obvia. Mientras más se extienda esta situación de incertidumbre con respecto a la situación del Banco Central, lo más probable es que la deuda Argentina se deteriore, ya que mucha gente compró con un horizonte muy corto y esto incrementa la probabilidad de una resolución menos favorable a los tenedores de bonos.

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