sábado, 30 de enero de 2010

Alfonso Prat Gay y Julio Cobos, embretados en una incómoda situación


Por Alexis Di Capo

La decisión de Martín Redrado de renunciar antes de que la Comisión Bicameral Especial se expida sobre su desempeño como presidente del BCRA precipita nuevas polémicas.


La dimisión favorecería ampliamente a Alfonso Prat Gay y a Julio Cobos, embretados en una incómoda situación: si se pronunciaban en contra de aquél, como era su intención por múltiples motivos, aparecerían caminando en la misma vereda que Néstor Kirchner. Y votar a favor del economista no estaba en sus planes, porque los expondría a la temida acusación de destituyentes.

Pero el anuncio de Aníbal Fernández en el sentido de que el Ejecutivo no le aceptaría la renuncia por estar en pleno funcionamiento la Comisión dejó al descubierto que el gobierno no está solo interesado en el alejamiento de Redrado, sino en que el mismo esté convalidado por eminentes opositores como Cobos y Prat Gay, mano derecha de Elisa Carrió.

La operación K se centraba en demostrar que aun los más reconocidos opositores se negaban a apoyar a Redrado. Ahora, en el Congreso empieza la discusión sobre si la renuncia termina con la Comisión o si, como dice Fernández, al no aceptarla CFK, aquella debe seguir y expedirse.

Estamos en un terreno gris. Por comparación, la renuncia de los jueces sometidos al enjuiciamiento del Consejo de la Magistratura interrumpe el procedimiento. Acá se buscaría forzar a Cobos y Prat Gay a través de la no aceptación de la renuncia.

Las opciones no parecen ser muchas. Aquellos dos podrían negarse a seguir adelante y son mayoría contra el kirchnerista Gustavo Marconato, pero el problema quedaría irresuelto y se generaría un nuevo mini conflicto de poderes.

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