jueves, 28 de enero de 2010

Osvaldo Guglielmino y la ‘furia’ de la Rosada por los fracasos ante la Justicia

Por Gustavo Sylvestre

El Gobierno no sólo redoblará sus esfuerzos políticos para imponer el polémico Fondo del Bicentenario, sino que el ‘combo’ económico para afrontar este 2010 será Fondo del Bicentenario, más utilidades del Central, más acuerdo político con los gobernadores.





Desde hace varios días el Ministro de Economía, Amado Boudou tiene un ritmo ‘infernal’ de trabajo, no sólo replanteando las estrategias para el plan de canje de deuda, sino buscando alternativas en caso de que el ‘combo’ antes dicho, no salga. En este sentido Boudou, junto a la presidenta Cristina Fernández y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zanini están trabajando en una alternativa ‘secreta’ que no piensan en develar por ahora, para evitar complicaciones como las del Fondo del Bicentenario.

Boudou se reunió ayer con el titular del bloque de Diputados del oficialismo, convertido en una pieza clave de la estrategia parlamentaria, Agustín Rossi, no solo para aportarle ‘buena data’ sobre el tema Redrado, sino buscando estrategias para buscar acuerdos políticos que sirvan para cuando el Fondo del Bicentenario sea tratado en el Congreso.

El oficialismo también ha comenzado a hacer una operación de ‘pinzas’ sobre los gobernadores del oficialismo, y algunos cercanos a la Rosada, con el objetivo de que firmen una declaración de apoyo al Fondo del Bicentenario.

¿Cuál sería la estrategia en este tema? No sólo el apoyo para el cuestionado Fondo, sino que a cambio podrían recibir una refinanciación especial de deudas, o de los compromisos pendientes entre Nación y provincias, en un año que se les presenta difícil a las economías regionales.

Por eso no pasaron inadvertidas las declaraciones del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, reclamando que el Fondo del Bicentenario también debía contemplar la problemática financiera de las provincias. Es decir, a cambio del apoyo político en el Congreso para aprobar el Fondo, el Gobierno atendería los problemas económicos de las provincias.

Pero hubo cuestionamientos internos, sobre todo desde el Ministerio de Economía, hacia la estrategia judicial planteada por el Gobierno para la defensa de los DNU que tuvo anoche su primera víctima: la renuncia del procurador del Tesoro, Osvaldo Guglielmino, quién debió cargar sobre sus espaldas la ‘furia’ de la Rosada por los fracasos ante la Justicia.

Se entiende que como no podía irse Carlos Zanini, el verdadero cerebro de las estrategias judiciales del Gobierno, porque es un pingüino de la primera hora, se tuvo que ir el Procurador del Tesoro. Los ‘bochazos’ de la Justicia ante los dos DNU, el de las reservas y de la remoción de Redrado, que originó los calificativos de ‘justicia express’, o ‘justicia delivery’, Osvaldo Guglielmino tuvo que cargar con culpas ajenas.

Mientras tanto, el Gobierno apura a su representante en la Comisión Bicameral que analiza la conducta de Redrado para que el dictamen salga ‘cuanto antes’. En este sentido, Gustavo Marconatto, el representante del oficialismo tendría preparado su dictamen entre este viernes y el próximo lunes.

No cayó bien en el seno de esta comisión la carta que Redrado les enviara el martes por la noche, donde los acusa de haber montado una ‘parodia’ o de actuar ilegalmente, por no haber pedido la derogación del DNU presidencial que ordena su destitución. Si bien Redrado nunca pensó en no asistir, quería que le clarificaran en calidad de que iba: si de presidente o ex presidente de la institución.

En la intimidad, Redrado pareció enderezar sus críticas hacia el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos. “El que tiene tan buena imagen ante la sociedad, ¿que posición va adoptar? ¿Como se prestará a este show?”

Cobos está en una posición de equilibrista. Por un lado, quiere alejar la idea que puede prender en algún sector de la población, que el actúa como máquina de impedir frente al Gobierno o de conspirador por el otro, quiere seguir liderando la oposición y mantener su perfil de candidato presidencial.

Pero justamente es pensando en esto, y en la posibilidad de que pudiera llegar a la Presidencia, que Cobos sabe bien que está en la atribución de todo presidente remover al presidente del Banco Central, y que el podría tener que usar esa atribución en algún momento.

Rara paradoja la que se da en este momento: el presidente interino del Central es un ex cobista de la primera hora, que armó en la Capital Federal la base cobista de la concertación plural. Claro, se alejó del Vicepresidente cuando este votó en contra del Gobierno por la 125.

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