Por Marcelo López Macía
El filósofo, escritor y periodista contemporaneo francés,
Jean Francois Revel, definió en su libro
"La Tentación Totalitaria" la forma de actuar que caracteriza a los gobernantes que tienden a la suma del poder pùblico.
"El totalitario no discute con su oponente, simplemente, escupe en su cara, a modo de descalificación, sin siquiera escuchar los argumentos de su rival ocasional", señala Revel.
Los totalitarios se mueven de la misma forma en todas partes del mundo y en casi todas las épocas.La obra de
Jean Francois Revel, quién
investigó los despóticos regímenes nazi, fascista y stalinista, se puede aplicar en buena medida a los tiempos que corren hoy en la Argentina kirchnerista.
El sociólogo
Artemio López, en su blog personal, fue acumulando las llamadas
"anibaladas", un
conjunto de insultos del jefe de gabinete, un funcionario incapaz de dar un debate, tal como ocurriera en TN, con el jefe del gabinete porteño,
Horacio Rodríguez Larreta,
quién lo acorraló en una discusión acerca de la Villa 31 y puso al hombre de Quilmes gritando a voz de cuello toda clase de improperios.
En lugar de platicar con la jefa de la oposición,
Elisa Carrió, le escupe que
"no tiene los patitos en fila, está pirucha y no le llega agua al tanque". En lugar de entender que
la clase media tiene entre sus valores a la República, le esputa que
"pasaron muy rápido de las cacerolas al plasma.”
Al referirse al jefe de gobierno porteño,
un distrito donde los K sacaron el 10% de los votos, dijo que
"Mauricio debe convocar a una plaza, seguro que la llena de tilingos". En un error de cálculo fatal, dijo sobre las elecciones del 28/06 que
"tengo más chances de reemplazar a Riquelme que Solá de ganarle a Kirchner".
Sobre el venezolano
Guido Alejandro Antonini Wilson dijo que
"es un mequetrefe de alquiler al que le han pagado para decir cualquier cosa. Jamàs estuvo en la Casa Rosada”. Poco tiempo después, tuvo que reconocer su error.
Al referirse al diputado nacional y cineasta
Fernando Solanas, señaló que
“fueron sus grupos de militantes los incendiarios que atacaron estaciones del ferrocarril Sarmiento”
¿Qué pasa, mientras tanto, con Néstor, el jefe del Partido Justicialista? Al igual que
su fiel lacayo, es también capaz de
salivar en el rostro de sus interlocutores,
en las escasisimas ocasiones en que acepta ser confrontado.
Néstor Kirchner, por ejemplo, no pudo contestar una simple pregunta de un nobel cronista del grupo Clarín sobre
su jubilación de $24.000 que percibe mensualmente. El santacruceño
montó en cólera y,
en un nuevo homenaje a la obra de Revel, arremetió contra el periodista acusàndolo de pertenecer a un grupo monopólico. Anteriormente, le había sucedido algo similar con la enviada de América Noticias, a quién también
descalificó por ser una suerte de títere del grupo De Narvaez, Vila y Manzano.
A principios de 2003, en una
desértica localidad santacruceña llamada
La Horqueta, tuve la ùnica oportunidad de acercame hasta el entonces gobernador local. En ese momento, le hice una pregunta sobre los
millonarios fondos que la provincia había girado al exterior, pero, en lugar de responderme,
el mandamàs patagónico me atroplelló, literialmente, mientras les decía a sus enojados seguidores; "no caigan en la provocación".
Por entonces, recordé al francés Revel que alguna vez tuve que leer en la facultad. Pasaron casi siete años desde entonces y aùn
sigo viendo con estupor como existen sectores políticos que creen ingenuamente que con el kirchnerismo se puede dialogar.
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