"O presionan a sus diputados y senadores para que aprueben el Fondo, o viene el ajuste"

Por Ricardo Mangano

El Gobierno ya instruyó a los principales referentes económicos de su gabinete para que comience a trabajar en la elaboración de un Plan B, como alternativa a la creación del Fondo del Bicentenario. Esta alternativa se financiaría con partidas destinadas a las provincias, lo que significaría el siguiente mensaje: "O presionan a sus diputados y senadores para que aprueben el Fondo, o viene el ajuste".

Desde Olivos reflexionan

El Gobierno no está dispuesto a negociar con la oposición en el Congreso la aprobación del DNU de creación del Fondo del Bicentenario, a cambio de modificaciones en su reglamentación original.

La semana pasada, tanto el radicalismo como los aliados tradicionales de izquierda del oficialismo en el Congreso habían sondeado la posibilidad de habilitar el tratamiento del DNU en el Poder Legislativo, en sesiones eventualmente llamadas por la Presidente y donde también se discutiría la salida de Martín Redrado del Banco Central, antes de su renuncia.

Funcionarios como el ministro de Planificación, Julio De Vido; el jefe del bloque de diputados oficialistas, Agustín Rossi; del Senado, Miguel Ángel Pichetto; y el presidente de la Cámara baja, Eduardo Fellner, avanzaron en contactos con la UCR y la izquierda. Sin embargo, al menos hasta ahora, la posibilidad de un acuerdo fue abortada el sábado pasado en Olivos, cuando Néstor Kirchner dictaminó que avalar las negociaciones del DNU de creación del Fondo del Bicentenario implicaría una pérdida del poder de su esposa.

En principio, la oposición buscaba abrir la discusión en cuatro puntos: redefinir el concepto de reservas excedentes, más precisiones sobre la estrategia oficial contra los 'fondos buitre', comisión de seguimiento del pago de los vencimientos con las reservas (para que el dinero no se destine a otros gastos corrientes) y un debate sobre el superávit excedente que se espera para este año.

Los 4 capítulos fueron vedados por el matrimonio presidencial desde Olivos.

Hacia adelante, la estrategia será que los gobernadores de las provincias se den cuenta de que el dinero de las reservas también iba a llegar a ellos, y que a partir de allí, las negociaciones se den desde otro ángulo político.

La promesa de crear un fondo que les permita emparchar el déficit provincial o, en el mejor de los casos, realizar obras públicas postergadas, es un argumento que la oposición difícilmente pueda cuestionar. De hecho, la distribución equitativa de los recursos federales fue una de las grandes banderas que a los opositores les permitió imponerse el 28 de junio.

Ahora bien sería interesante en este punto saber cuáles son los gobernadores que tienen el manejo de sus legisladores, a la hora de bajar la orden para que aprueben a libro cerrado el DNU 2010/09 cuando se inicien la sesiones ordinarias en el mes de Marzo, si es que la presidente no convoca a extrarodinarias por este tema.

La fría realidad de los números indica que en la Cámara de Diputados el Krichnerismo solo alcanzaría los 107 diputados entre propios y aliados. Esto habla por las claras de que los gobernadores no manejan a sus diputados.

Un claro ejemplo es uno de los más mimados por la presidente Cristina Kirchner, el entrerriano Sergio Urribarri que de 9 diputados solo controla el voto de 1, el de Raúl Barradeguy. Antonio Alizegui responde al camionero Hugo Moyano, el resto (2) al ex gobernador Jorge Bustí que juega en el Peronismo Federal, a la UCR (3), a la Coalición Cívica (1) y al partido Socialista (1).

Si bien el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti se manifestó a favor del Fondo del Bicentenario que impulsa la presidente Cristina Fernández de Kirchner porque "Argentina debe resolver su deuda externa con los acreedores privados del Club de París, para que cuando el Estado nacional o provincial y el sector privado pidan financiamiento al mundo, en vez de pagar el 14 por ciento se pague el 5", ninguno de los legisladores le responden directamente.

En el senado no tiene representantes y en la Cámara de Diputados de 18 legisladores solo 2 podrían acompañar su decisión, Francisco Fortuna y Estela Garnero de bloque Córdoba Federal.

Otro caso testigo es el de Gobernador de La Pampa, Oscar Jorge. De los 3 senadores ninguno le responde. Juan Carlos Marino pertenece a la UCR y Carlos Berna, que junto a María Higonet se convertirán en árbitro de las votaciones. De los 5 diputados tampoco le responde ninguno ya que María Cristina Regazolli y Roberto Robledo del Partido Justicialista de La Pampa, responden a Berna y votarán de acuerdo a como lo haga el ex gobernaror pampeano.

De hecho tanto Berna y María de los Ángeles Higonet presentaron un recurso de amparo para que se suspenda el decreto 2010/09 que crea el Fondo del Bicentenario.

En el análisis final solo queda esperar lo que hagan los gobernadores Hermes Binner (Santa Fe) y Jorge Sapag (Neuquén). Ambos acompañaron al gobierno K en la votación de la polémica Ley de Medios, la prorroga de la ley de Emergencia Económica , como así también en la prorroga de los impuestos, sin lograr que el Poder Ejecutivo, cediera un punto del impuesto a los créditos y los débitos, más conocido como impuesto al Cheque.

Aún, si los K lograran torcer el voto de lo senadores Horacio Lores (Neuquén) y Ruben Gustiniani (Santa Fe), estarían a 1 voto de lograr la mayoría simple (37 senadores) para aprobar el fondo del bicentenario.

Ni hablar si el gobernador de Tucumán, José Alperovich, lleva adelante su plan de poner un huevo en cada canasta. Su esosa Beatriz Rojkes votaría junto al krichnerismo, mientras que Sergio Mansilla, podría hacerlo con la oposición. Algo similar a lo que hizo el senador por La Pampa, Ruben Marín, en la madrugada del 17 de julio de 2008 durante la votación de la resolución 125, que terminó con el voto no positivo de Julio Cobos. con que "las provincias tendrán un déficit este año de no menos de $ 13.000 millones, de los cuales $ 6.800 corresponden a la provincia de Buenos Aires". Cuando este dato se encuentre claro para los gobernadores, ellos aceptarán discutir qué hacer con las reservas excedentes que este año llegarían a los US$ 30.000 millones.