La película
Invictus desarrolla cómo
Nelson Mandela hizo revocar la decisión de cambiar el nombre y la camiseta (basada en los colores de la bandera de Sudáfrica del apartheid) de la selección nacional de rugby,
los Springboks, tomada por su propio partido. Como el rugby era el deporte de la minoría blanca, cuando la selección de Sudáfrica enfrentaba a la de Inglaterra,
la mayoría negra sudafricana hinchaba por Inglaterra para provocar el enojo de los blancos de su propio país.
Lo mismo que hacen los futboleros argentinos al hinchar por el adversario de la selección de Brasil y que, siendo lúdico, es divertido, pasaba a ser
un símbolo de desunión nacional dentro del mismo país.
Mandela siguió su lema, con el que se ayudó a sobrevivir los casi treinta años en prisión:
“Soy el dueño de mi destino y capitán de alma”, y se opuso al deseo del pueblo que lo eligió,
desafió su voluntad de venganza y decidió utilizar el rugby como herramienta de conciliación para
acabar con el enfrentamiento de blancos y negros.
Primero logró que Sudáfrica fuera elegida sede de la Copa Mundial de Rugby en 1995, tras años de ser excluida de las competiciones internacionales por el
Apartheid, y luego, que los
Springboks salieran campeones al vencer a los
All Blacks, hasta entonces invictos.
Sería recomendable que todos los políticos argentinos vieran Invictus.
Esta cultura de hincha, que
apoya siempre al adversario del adversario sin importar quién sea, quién haya sido o ahora qué mérito le asista, sino
que resulte suficiente simplemente con enfrentarse a “mi enemigo”, desgraciadamente tan común en la política argentina, no para de quedar
expuesta en el conflicto entre Redrado y la Presidenta.
Dice Edgar Mainhard: "En cambio en la Argentina,
los Kirchner,
quienes nunca estuvieron en prisión, han optado por la revancha disfrazada de justicia, y el rencor por el pasado como soporte del presente y futuro".
"El perdón libera el alma, elimina el miedo. Por eso es una herramienta tan poderosa". Nelson Mandela
Fuente: Perfil/Urgente 24
No hay comentarios:
Publicar un comentario