El análisis político y económico de los doctores Vicente Massot y Agustín Monteverde
• Pese a la aceleración de la inflación, la tasa de interés continúa en descenso.
• La tasa BADLAR —que pagan los bancos por depósitos a plazo fijos de más de
$ 1 MM— representa menos de la mitad de la inflación esperada para este año.
• En el caso de los depósitos minoristas, las tasas se ubican incluso medio punto abajo.
• La nueva conducción del BCRA apoya que las tasas pasivas se mantengan en valores bajos con la pretensión de que se reflejen en el costo del crédito.
• La aspiración de Marcó del Pont es que los bancos presten a plazos largos y a tasa fija en pesos para financiar a la actividad productiva.
• El problema de tasas pasivas tan negativas en términos reales es que estimulan la fuga de inversores, que se pasan de pesos a dólares ante la perspectiva de que el tipo de cambio se aprecie más rápido que el rendimiento del plazo fijo.
• Si bien la tasa pasiva es muy baja, las imposiciones son de cortísimo plazo —a treinta días— mientras que los créditos generalmente deben superar los dos años y su costo tiene como piso la inflación.
• La abundancia de liquidez explica por qué se mantienen tan bajas las tasas.
• El circulante tuvo un formidable aumento desde octubre, saltando 15 %.
• El 14 de febrero se ubicaba en $ 94700 MM.
• Este es la razón del salto inflacionario que se produjo a partir de diciembre y que se acentuó en el primer bimestre.
• Pero el giro al Tesoro de dividendos sobre supuestas ganancias del BCRA correspondientes al año 2009 podría agregar otros $ 25000 MM a la base monetaria.
• Parte de esta liquidez se volcó a la compra de dólares, lo que el Central busca equilibrar con fuertes ventas de dólares a futuro.
• La fuga de capitales ascendería a U$ 1600 MM en febrero.
• La estrategia para contener el tipo de cambio fue vender una enorme cantidad de dólares a fin de mes al mismo precio que contado.
Pero hoy martes la autoridad monetaria se vio obligada a vender reservas al contado contra su voluntad, como única forma de detener la suba.
Todos los que vendieron divisas a lo largo del mes las recomprarán o deberán retomar posiciones a futuro.
Habrá que compensar las operaciones de fin de mes, pues si no se crea una zanahoria nueva, los compradores de futuro querrán volver a los dólares.
Por ahora, el Central va bajando gradualmente el precio del dólar a fin de marzo, con una tasa implícita por debajo de 4,50 % anual.
No sería extraño que lleve la tasa al 0 % para calmar al dólar.
• El monto negociado evidencia la fuerte demanda de dólares: el Mercado Electrónico de Cambios ya registra el movimiento que caracterizó a los días de conflicto con el campo.
• Las reservas se ubican levemente por debajo de los U$ 48000 MM.
• Para disminuir el impacto inflacionario de la vertiginosa expansión de medios de pago, el BCRA procura reabsorberla parcialmente a través de la colocación de LEBAC y NOBAC.
• En las dos últimas licitaciones colocó el doble de lo que vencía.
• Los bancos, atemorizados ante eventuales corridas, prefieren mantenerse muy líquidos.
• En lo que va de febrero, el sistema bancario se ha estancado.
• Los depósitos públicos y privados bajan 0,5 % y 1,1 % mensual, respectivamente.
• Las únicas colocaciones a plazo que muestran algún dinamismo son las pactadas a menos de 45 días, de pequeños inversores.
• Se está produciendo un traspaso desde los depósitos de mediano plazo a hacia los de corto, como resultado de la mayor incertidumbre cambiaria.
• En cuanto a la evolución de los préstamos al sector privado, en lo que va de 2010 caen 1,3 % interanual y 0,8 % mensual.
• En tanto, los bancos han prácticamente duplicado en el último mes los pases pasivos hasta 7 días con el BCRA, llevándolos a un total de $ 15048 MM y por los que obtienen un rendimiento de 9,5 % anual.
• El stock de Lebac y Nobac supera los $ 46300 MM.
• Marcó del Pont quiere que los fondos de los bancos hoy invertidos en pases pasivos con el Central se destinen al crédito.
• Si se intentara convertir rápidamente el total de pases en crédito, la tasa de inflación podría llegar a duplicarse.
• Cualquier banquero sabe que expandir el crédito implica expandir la demanda de bienes mucho antes que la oferta, con lo que se da nuevo impulso a la inflación.
• Es imposible reducir la inflación exacerbando la creación primaria de dinero y el
crédito.
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