Por Ignacio Fidanza
El ex presidente se garantiza el control directo de las reservas y del primer banco del país. Además le hace
un gesto a la centroizquierda que comparte ideas con
Marcó del Pont y que será clave a la hora de aprobar su pliego en el Congreso. Al frente del Nación queda el hombre que manejaba el banco, un funcionario de carrera
compañero de estudios de Néstor Kirchner en Santa Cruz.
El ex presidente dio
un gran salto en su plan por apoderarse de las reservas con la propuesta de
Mercedes Marcó del Pont como titular del
Banco Central. Esta economista heterodoxa, ya en el 2007
proponía poner a este organismo en función de una política que estimule el empleo y el crecimiento, no sólo que defienda el valor de la moneda. Es decir,
usar las reservas para, por ejemplo,
planes de obra pública, créditos de vivienda y otras ideas neokeynesianas.
En ese entonces
Marcó del Pont sufrió un problema de “timming” y su proyectó quedó durmiendo en un cajón. Algo parecido a lo que ocurrió con el ahora repatriado secretario de Defensa de la Competencia,
José “Pepe” Sbatella,
quien años atrás proponía la guerra con Clarín.
“Ahora hay que ir por el Central y Marcó del Pont encaja políticamente en esa idea”, se sinceró una fuente kirchnerista. Además, esta bonita economista fue diputada nacional y esto le permitió tejer una red de
relaciones con líderes de la centroizquierda que serán claves a la hora de votar su pliego.
“Ella desde el Nación ayudó a decenas de fundaciones, centro de estudios y otros sellos de la centroizquierda, hoy estaban festejando”, agregó la fuente consultada.
Como era previsible la designación
no cayó bien en los mercados donde sólo aceptan para ese
sancta sanctórum de las finanzas que es el Central
a un ortodoxo probado –si es con master en el exterior mejor-, al estilo de
Redrado,
Prat Gay o el fallido
Blejer.
“No quisieron cambiar rubio por rubio”, agregó socarrón la fuente consultada. Es que en la etapa que se viene, con
un déficit fiscal galopante, el kirchnerismo para sostener su política de
“incentivo de la demanda” va a necesitar sí o sí las reservas; y lo último que quisieran es un nuevo debate con un
Blejer que en el fondo no es demasiado distinto del saliente Redrado.
Ahora sí la pelea con el ex titular del Banco Central toma sentido. Es que desangrarse en la salida de
Redrado para ubicar a
Blejer era como echar a Basile para meter a Maradona. El kirchnerismo con
la postulación de Marcó del Pont viene a sincerar una discusión que hasta ahora abundó en panzazos y estuvo escasa de ideas. Esta economista
está en condiciones de articular una defensa argumental del uso de las reservas y la necesidad de una “coordinación” entre la autoridad monetaria y el diseño de la política económica.
La primera sorprendida con la designación fue
Marcó del Pont, quien en las primeras semanas de enero
sufrió una sorda embestida para bloquear la prórroga de su mandato al frente del Nación. Sin una buena relación
Amado Boudou, su designación también
es una derrota para el ministro de Economía que había apostado
al liberal Blejer.
Marcó del Pont sufrió en esas semanas de tensión la embestida de los sectores más duros del kirchnerismo, quienes
no le perdonan su pasado “albertista”. Es que esta funcionaria ingresó al kirchnerismo de la mano de Alberto Fernández –quien la convirtió en diputada nacional-; pero ya en el Gobierno logró trabar
una relación directa con Cristina Kirchner.
Un gran interrogante es qué sucederá con el flamante Gerente General del Central,
Benigno Velez,
mano derecha de Boudou.
Marcó del Pont llega al Central sin poder designar ningún directo, lo lógico sería que aspire al menos a colocar a quien concentra el manejo operativo de la entidad.
De cualquier modo, esta claro que los buenos modales y agraciada presencia de
Marcó del Pont no logran ocultar que
el fondo de la cuestión es el mismo: la negativa de Néstor Kirchner a encarar un ajuste, al que la oposición teme como al diablo. “Acá nos están dejando
un sindicalismo acostumbrado a pautar un aumento anual del 20 %; una
red de subsidios insostenible y la
inflación disparándose. Ya sea que asuma
Cobos o Macri,
este esquema le explota en la mano”, graficó uno de los diputados que accede a la mesa chica del jefe de Gobierno porteño.
“Es muy simple,
ya manotearon la Anses, la AFIP, Lotería, el Pami, lo único que les queda para sostener una política económica que no cierra
son las reservas; y lo que nosotros
desde el Congreso estamos tratando de hacer es evitar que se gaste esa plata y que haga los ajustes que hay que hacer”, agregó la fuente.
Por otro lado,
en el Nación no ocurrió otra cosa que el blanqueo de una situación de hecho. Hace años que el hombre fuerte de esa institución es el ahora ex gerente General,
Juan Carlos Fábrega, funcionario de carrera muy querido y respetado por la línea, quien además tuvo la fortuna de ser compañero de estudios en Santa Cruz de
Néstor Kirchner.
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