martes, 2 de marzo de 2010

La maniobra más perversa de un gobierno


Por Martín Pitton

El kirchnerismo consumó la que, tal vez, sea la maniobra más perversa de un gobierno. Ayer la Presidenta demostró que no sólo está dispuesta a "ningunear" al Congreso, que ya no le responde como antes, sino que también no reconoce la decisión de millones de argentinos que se expresaron en las urnas en pos de un Poder Legislativo que la controle.

Cristina Fernández de Kirchner dejó para el final de su extenso discurso, el anuncio de la derogación del DNU que creaba el Fondo del Bicentenario y la firma de uno nuevo en línea con el anterior; al que ni siquiera se animó a denominar de forma clara que daba nacimiento al Fondo de Desendeudamiento Argentino. Simplemente, se refirió a que había firmado un decreto con acuerdo general de ministros, que es uno de los requisitos que establece la Constitución Nacional para el dictado de un DNU. Así, la apropiación de las reservas para pagarle a los deudores privados se había consumado, mientras llamaba a dejar las ambiciones personales para debatir los temas centrales de la Argentina. Todo una falacia perversa.

El hecho consumado ayer es aún peor que el DNU anterior que fue frenado por la justicia, porque en aquella oportunidad al menos el oficialismo podía esgrimir el argumento, como lo hizo, que el Congreso estaba en receso aunque la justicia se expidiera en tres oportunidades rebatiendo el razonamiento.

Sin embargo, lo sucedido ahora es mucho peor desde lo jurídico porque el Congreso comenzó a funcionar normalmente; con lo que jamás podrá alegarse lo que se argumentó en enero. No es necesario ser abogado para comprender que el nuevo DNU es nulo de nulidad insanable.

Desde el punto de vista político, el mensaje es mucho más grave porque la Presidenta demostró el deprecio que tiene por ese Congreso que integró durante tantos años. Como nunca sus palabras fueron desmentidas con sus propios hechos, que mientras exhortaba al debate sus laderos consumaban el más grave atropello contra el Congreso, la Justicia y la voluntad popular.

Elisa Carrió puede decir con razón que no se equivocó cuando vaticinaba que marchaban a una trampa. Se la vio venir puede decirse sobre su decisión de no concurrir a la apertura de sesiones. En este contexto, sus llamados a la oposición para entablar una estrategia más enérgica y dejar de lado cierta cuota de ingenuidad ahora cobraron un sentido dramático.

El diputado Felipe Solá que la había criticado, en las últimas horas reconoció que tuvo razón y que la oposición debió haberse levantado y abandonar el recinto cuando la Presidenta anunció de una manera “aviesa” (perversa) tal como la calificó la firma de este nuevo DNU.

En la perversa maniobra del gobierno se demuestra la debilidad política en la que se encuentra inmerso. Se demostró que el matrimonio presidencial ni siquiera confía en sus espadas legislativas para alcanzar sus objetivos.

El mensaje fue claro, el gobierno está dispuesto a gobernar por decreto. Además, se distanciaron de los gobernadores, que esperaban recibir dinero de las reservas para equilibrar sus propias maltrechas economías. En ese sentido iba la información que se había conocido el fin de semana que se estaba negociando un proyecto de ley, a instancias del senador pampeano Carlos Verna que incluía a las provincias.

Ahora, los gobernadores no recibirán un solo peso. Pero también abroqueló con más fuerza a la oposición, obligando a los bloques de centro izquierda a cerrar filas con la UCR, la Coalición Cívica, el PRO y el Peronismo Federal.

El presidente de la bancada del PRO, Federico Pinedo declaró que la Presidenta “le tomó el pelo al Congreso”. Es difícil no coincidir con el diputado, cuando en su discurso Cristina Fernández de Kirchner no anunció el envío de un solo proyecto de ley y en cambio anunció como había esquivado al Congreso en pleno funcionamiento.

Por estas horas,la oposición arma la estrategia judicial y la parlamentaria para hacer caer el DNU. Pero el ministro del interior Florencio Randazzo, explicó ya que toda la situación es “abstracta” porque los fondos del Central ya fueron transferidos. Así, el ministro reveló lo que vendrá y es que aunque la justicia y el Congreso dejen sin efecto el decreto, el gobierno lisa y llanamente los ignorará. En otras palabras, ya tienen la plata y no la van a devolver.

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