El miércoles pasado, Kirchner envió al senador santacruceño Nicolás Fernández a proponer a Ernesto Sanz un acuerdo con el radicalismo. Sanz es el jefe del bloque de ese partido en el Senado y presidirá, a partir de diciembre, su Comité Nacional. Sanz no tomó compromiso alguno (para variar como cualquier politico), pero prometió estudiar la propuesta con sus correligionarios.
Kirchner apuesta a una recuperación económica (?) que le permita mantener a sus pies a la estructura del PJ y por eso pretende que peronistas disidentes como Felipe Solá, Carlos Reutemann o Eduardo Duhalde se sometan a ella. Sueña que, si triunfara en una interna contra esos "descarriados", revertiría su declinación y ganaría las presidenciales de 2011 (Dios no lo permita!). Por eso, se propuso convertir las internas en obligatorias y complicar al extremo las posibilidades de los partidos pequeños. No quiere que le hagan lo que él le hizo a Menem en 2003. . .
El radicalismo empieza a observar la idea con interés. El nuevo esquema terminaría por someter a Julio Cobos a la estructura partidaria y llenaria de obstáculos la carrera de Elisa Carrió hacia la presidencia.
La oferta (aunque deberiamos ver la demanda, claro) de Kirchner consiste en restaurar, por la vía normativa, un orden bipartidista que potencie a quienes controlan los grandes aparatos territoriales en detrimento de quienes, en el PJ o la UCR, rompieron con ellos. Y puede ser una propuesta irresistible. . .
En la ingeniería con que fantasea el oficialismo hay algunas vigas maestras:
* El proyecto de ley que llegará a Diputados esta semana establece que las candidaturas nacionales surgirían de internas abiertas y simultáneas, obligatorias para los partidos y para los ciudadanos. Es decir: cada fuerza política debería realizar un gran esfuerzo de movilización para elegir sus candidatos, y otro, más tarde, para competir en los comicios generales. Por su parte, todos los ciudadanos del padrón tendrían que votar en la interna.
* No será posible colgar de una fórmula varias listas de diputados (colectoras). O que la misma lista postule varias fórmulas (lista espejo). Los gobernadores deberán atarse a la candidatura presidencial de su partido. Para Kirchner, la de él. Prohibido traicionar, entonces. . . (al mayor traidor le quieren contar en cuentito. . .)
* Otra clave del proyecto es que dispone la caducidad de los partidos que no posean un número de afiliados equivalente al cuatro por mil del padrón nacional (hoy serían 111.157 afiliados, afiliado mas, afiliado menos).
El PRO -que acaso no supere los 5000- o la Coalición Cívica no podrían presentar candidaturas presidenciales. . . (Punto para Neshtor).
Y tampoco varias fuerzas de izquierda lo cual implica menos competencia a la hora de las elecciones.
Estas disposiciones pretenden construir un desfiladero para Solá, Reutemann, Duhalde, Rodríguez Saá o cualquier otro peronista que quiera enfrentar a Kirchner sin participar de la interna partidaria ya que para hacerlo deberían renunciar al PJ, lo que supone un castigo simbólico. O práctico: Reutemann, por ejemplo, conduce esa fuerza en Santa Fe. Si esos dirigentes quisieran postularse en 2011 por una agrupación propia, deberían conseguir un número muy exigente de afiliados. O sumarse a Pro, donde Mauricio Macri necesitará una estructura de alcance nacional. En politica, señores, todo (TODO) es posible.
El Gobierno descubrió que el sistema de partidos está viciado por una fragmentación patológica que él mismo alimentó (K). Con la excusa de corregirla, Kirchner apunta a protagonizar un gran duelo dentro del PJ. Su hipótesis salta a la vista: nadie podría enfrentar en una interna a quien se sirve de los recursos estatales como si fueran propios.
Kirchner no se formula otra pregunta: ¿y si su pésima imagen fuera más fuerte que el aparato del Estado y Solá, Reutemann o cualquier otro le ganaran igual esa elección, que será abierta? Lo consiguió Solá con De Narváez el 28 de junio pasado a pesar del cambio de fecha y de las candidaturas testimoniales, no lo olvidemos.
Las armas, a veces, las carga el diablo. Y quizas el tiro a K le salga por la culata. . .
El plan del Gobierno encerraría a Julio Cobos en la UCR y complicaría a Carrió. De no enfrentar a Cobos en el seno del Acuerdo Cívico y Social, ella debería postularse con su Coalición Cívica, que no tiene demasiados afiliados y carece de alcance territorial. Los socialistas, en cambio, ya adelantaron su simpatía por esta reforma, inspirada en el régimen que rige en Santa Fe.
El nuevo sistema perjudicaría a líderes con gran popularidad pero escasa estructura (Macri, Carrió, De Narváez): si mostraran poco arrastre en la interna obligatoria, se les volvería más difícil hacer un gran papel después, en los comicios generales.
Aun asi, el proyecto que repasan algunos, tiene otras cuestiones relevantes:
* Permite votar en las elecciones nacionales a los extranjeros con dos años de residencia en el país. Es decir, seduce a muy extensas comunidades de inmigrantes necesitados de asistencia social. Lo cual hace ver que en realidad, se trataria de otra compra de votos. . .
* Una atracción principal de la propuesta es que liberaría a los partidos de los gastos de las campañas televisivas y radiales. El Estado se haría cargo de ellos y repartiría el 50% de la publicidad en cuotas iguales para todos los partidos, y el otro 50% según los votos obtenidos en las últimas elecciones de diputados. ¿Cómo se resolvería este aspecto durante las internas obligatorias? Nadie lo explica todavía. El proyecto, sin embargo, no aumenta demasiado la veda a la propaganda oficial durante el proselitismo. Randazzo dejó trascender que pasaría de 7 a 15 días previos a las elecciones. Esto hace ver que, quienes NO seamos candidatos ni pertenezcamos a ningún partido político, nos veremos obligados a "bancar" (pagar) las campañas de los partidos, sin importar nada. . .
* Otra trampa de la iniciativa es que prevé digitalizar los padrones y dejarlos bajo la administración del Ministerio del Interior. La injerencia del Poder Ejecutivo, en detrimento de la Cámara Nacional Electoral, haría ver que cualquier cosa que suceda, será plausible de dudas. Y grandes dudas, claro. . .
* El escrutinio de la elección bonaerense del 28 de junio todavía no terminó. Pero Kirchner sigue vetando el voto electrónico y rechaza la boleta única, donde figuraría la oferta completa de cada partido en un distrito. En cambio los documentos preliminares de la reforma insinúan que el Ministerio del Interior podría modificar el diseño de las circunscripciones.
La memoria vuela, inevitable, a 1952, cuando Juan Perón hizo un mapa a medida, para ganar donde antes perdía.
Y reitero: en política, señores. . . TODO ES POSIBLE. . .
Fuente: La Bronca
Kirchner apuesta a una recuperación económica (?) que le permita mantener a sus pies a la estructura del PJ y por eso pretende que peronistas disidentes como Felipe Solá, Carlos Reutemann o Eduardo Duhalde se sometan a ella. Sueña que, si triunfara en una interna contra esos "descarriados", revertiría su declinación y ganaría las presidenciales de 2011 (Dios no lo permita!). Por eso, se propuso convertir las internas en obligatorias y complicar al extremo las posibilidades de los partidos pequeños. No quiere que le hagan lo que él le hizo a Menem en 2003. . .
El radicalismo empieza a observar la idea con interés. El nuevo esquema terminaría por someter a Julio Cobos a la estructura partidaria y llenaria de obstáculos la carrera de Elisa Carrió hacia la presidencia.
La oferta (aunque deberiamos ver la demanda, claro) de Kirchner consiste en restaurar, por la vía normativa, un orden bipartidista que potencie a quienes controlan los grandes aparatos territoriales en detrimento de quienes, en el PJ o la UCR, rompieron con ellos. Y puede ser una propuesta irresistible. . .
En la ingeniería con que fantasea el oficialismo hay algunas vigas maestras:
* El proyecto de ley que llegará a Diputados esta semana establece que las candidaturas nacionales surgirían de internas abiertas y simultáneas, obligatorias para los partidos y para los ciudadanos. Es decir: cada fuerza política debería realizar un gran esfuerzo de movilización para elegir sus candidatos, y otro, más tarde, para competir en los comicios generales. Por su parte, todos los ciudadanos del padrón tendrían que votar en la interna.
* No será posible colgar de una fórmula varias listas de diputados (colectoras). O que la misma lista postule varias fórmulas (lista espejo). Los gobernadores deberán atarse a la candidatura presidencial de su partido. Para Kirchner, la de él. Prohibido traicionar, entonces. . . (al mayor traidor le quieren contar en cuentito. . .)
* Otra clave del proyecto es que dispone la caducidad de los partidos que no posean un número de afiliados equivalente al cuatro por mil del padrón nacional (hoy serían 111.157 afiliados, afiliado mas, afiliado menos).
El PRO -que acaso no supere los 5000- o la Coalición Cívica no podrían presentar candidaturas presidenciales. . . (Punto para Neshtor).
Y tampoco varias fuerzas de izquierda lo cual implica menos competencia a la hora de las elecciones.
Estas disposiciones pretenden construir un desfiladero para Solá, Reutemann, Duhalde, Rodríguez Saá o cualquier otro peronista que quiera enfrentar a Kirchner sin participar de la interna partidaria ya que para hacerlo deberían renunciar al PJ, lo que supone un castigo simbólico. O práctico: Reutemann, por ejemplo, conduce esa fuerza en Santa Fe. Si esos dirigentes quisieran postularse en 2011 por una agrupación propia, deberían conseguir un número muy exigente de afiliados. O sumarse a Pro, donde Mauricio Macri necesitará una estructura de alcance nacional. En politica, señores, todo (TODO) es posible.
El Gobierno descubrió que el sistema de partidos está viciado por una fragmentación patológica que él mismo alimentó (K). Con la excusa de corregirla, Kirchner apunta a protagonizar un gran duelo dentro del PJ. Su hipótesis salta a la vista: nadie podría enfrentar en una interna a quien se sirve de los recursos estatales como si fueran propios.
Kirchner no se formula otra pregunta: ¿y si su pésima imagen fuera más fuerte que el aparato del Estado y Solá, Reutemann o cualquier otro le ganaran igual esa elección, que será abierta? Lo consiguió Solá con De Narváez el 28 de junio pasado a pesar del cambio de fecha y de las candidaturas testimoniales, no lo olvidemos.
Las armas, a veces, las carga el diablo. Y quizas el tiro a K le salga por la culata. . .
El plan del Gobierno encerraría a Julio Cobos en la UCR y complicaría a Carrió. De no enfrentar a Cobos en el seno del Acuerdo Cívico y Social, ella debería postularse con su Coalición Cívica, que no tiene demasiados afiliados y carece de alcance territorial. Los socialistas, en cambio, ya adelantaron su simpatía por esta reforma, inspirada en el régimen que rige en Santa Fe.
El nuevo sistema perjudicaría a líderes con gran popularidad pero escasa estructura (Macri, Carrió, De Narváez): si mostraran poco arrastre en la interna obligatoria, se les volvería más difícil hacer un gran papel después, en los comicios generales.
Aun asi, el proyecto que repasan algunos, tiene otras cuestiones relevantes:
* Permite votar en las elecciones nacionales a los extranjeros con dos años de residencia en el país. Es decir, seduce a muy extensas comunidades de inmigrantes necesitados de asistencia social. Lo cual hace ver que en realidad, se trataria de otra compra de votos. . .
* Una atracción principal de la propuesta es que liberaría a los partidos de los gastos de las campañas televisivas y radiales. El Estado se haría cargo de ellos y repartiría el 50% de la publicidad en cuotas iguales para todos los partidos, y el otro 50% según los votos obtenidos en las últimas elecciones de diputados. ¿Cómo se resolvería este aspecto durante las internas obligatorias? Nadie lo explica todavía. El proyecto, sin embargo, no aumenta demasiado la veda a la propaganda oficial durante el proselitismo. Randazzo dejó trascender que pasaría de 7 a 15 días previos a las elecciones. Esto hace ver que, quienes NO seamos candidatos ni pertenezcamos a ningún partido político, nos veremos obligados a "bancar" (pagar) las campañas de los partidos, sin importar nada. . .
* Otra trampa de la iniciativa es que prevé digitalizar los padrones y dejarlos bajo la administración del Ministerio del Interior. La injerencia del Poder Ejecutivo, en detrimento de la Cámara Nacional Electoral, haría ver que cualquier cosa que suceda, será plausible de dudas. Y grandes dudas, claro. . .
* El escrutinio de la elección bonaerense del 28 de junio todavía no terminó. Pero Kirchner sigue vetando el voto electrónico y rechaza la boleta única, donde figuraría la oferta completa de cada partido en un distrito. En cambio los documentos preliminares de la reforma insinúan que el Ministerio del Interior podría modificar el diseño de las circunscripciones.
La memoria vuela, inevitable, a 1952, cuando Juan Perón hizo un mapa a medida, para ganar donde antes perdía.
Y reitero: en política, señores. . . TODO ES POSIBLE. . .
Fuente: La Bronca
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